Con una superficie de alrededor de 370 km², el Lago de Garda, que baña tres provincias – Brescia, Verona y Trento – es el lago más grande de Italia.
Sugestivo y encantador, el paisaje de la orilla veronesa del lago ofrece muchas propuestas naturales y culturales. Entre las ciudades que se pueden visitar, Peschiera del Garda es seguramente la principal. Descrita por Dante en la Divina Comedia, es una verdadera joya en la alta muralla veneciana completamente rodeada por el agua. La ciudad surge en uno de los lugares estratégicos del lago, en un punto en el que el río Mincio y el lago se encuentran creando condiciones favorables para la comunicación y el comercio. Un ecosistema especial y característico que podrán atravesar en canoa hasta el Dique de Salionze, donde los cañaverales y los altos álamos embellecen el paisaje.
Los amantes del cicloturismo no se pueden perder la ciclovía que empieza en Peschiera y pasando por Borgetto y sus molinos de agua llega hasta Mantova, dentro del Parque natural del río Mincio. Un recorrido para todos porque los 48 quilómetros son totalmente llanos y asfaltados. Y si la vuelta los asusta en los fines de semana de Primavera y de Verano hay un servicio de autobús con transporte de bicicletas que los traerá desde Mantova hasta Peschiera. El Best Western CTC Hotel Verona ofrece además un cómodo servicio de aparcamiento de bicicletas cubierto y custodiado para los que prefieren visitar el territorio en dos ruedas.
Un destino conocido que los turistas y los aficionados pueden visitar es seguramente Desenzano del Garda, situado en una posición privilegiada que ofrece un panorama del lago maravilloso, rodeado por el monte Corno por un lado y por la península de Sirmione por el otro lado. Desenzano, una pequeña ciudad con muchos locales y tiendas, ofrece muchas propuestas para los que aprecian el deporte, entre las cuales el wind-surf y la mountain-bike o simplemente excursiones en bicicletas a orillas del lago. No se puede perder la visita al castillo de la ciudad y el camino que lo rodea desde el cual se puede apreciar uno de los más preciosos panoramas del lago.
Famosa por sus aguas termales y por su posición geográfica que se extiende gracias a la península en el lago de Garda, Sirmione es uno de los lugares más característicos y pintorescos de la orilla sur del lago. Dentro de la ciudad se ve perfectamente el connubio entre la naturaleza y la historia. En el maravilloso Museo y sitio arqueológico de las “Grutas de Catulo” se erigen las ruinas de la residencia romana que la leyenda atribuye a Catulo. Se trata de la más imponente zona arqueológica del norte de Italia.
Raro ejemplo de castillo lacustre, el Castillo Scaligero de Sirmione es un excelente ejemplo de fortificación con un puente levadizo en todos los lados y con una dársena que anteriormente era el refugio de la flota de los Scaligeri. Dentro del castillo se puede apreciar una exposición sobre la historia de la roca y se puede acceder al camino de ronda de la muralla y subir a la alta torre de la fortaleza para admirar el paisaje extraordinario que ofrece el lago.
Si prefieren la montaña al lago, desde el Best Western CTC Hotel Verona en coche se tarda alrededor de 2 horas y media en llegar a la Marmolada y a las bellísimas Dolomitas.
Patrimonio mundial de la humanidad, las Dolomitas ofrecen muchas propuestas para pasar un día fuera de la ciudad. La historia y la cultura con sus castillos, iglesias y monumentos, las actividades para toda la familia, el descubrimiento de la artesanía y de las antiguas tradiciones, las excursiones entre cascadas, ríos y lagos y por supuesto el deporte con oportunidades tanto en invierno como en verano.
¡Sólo la dificultad de elegir!
Para los más pequeños no puede faltar un día en Gardaland… tiovivos, montañas rusas, aventuras y personajes fantásticos. El parque de atracciones más grande de Italia sabrá regalar emociones increíbles a los más pequeños pero también a los mayores. Prezzemolo, la mascota del parque, los acompañará a las múltiples atracciones del parque o podrán entrar en el fantástico mundo de Sea Life y tener encuentros cercanos con los tiburones, ver el reino de los leones marinos y visitar el paraíso de las tortugas.
Gardaland está sólo a 35 minutos en coche del Best Western CTC Hotel Verona y está abierto en primavera, verano y en Navidades con Magic Winter, cuando el parque se tiñe de blanco y la miríada de luces y decoraciones crean una magia espectacular que sólo Gardaland puede ofrecer.